miércoles, 20 de diciembre de 2017

Heat (1995)


-¿Nunca has querido una vida normal?
-¿Qué coño es eso? ¿Barbacoas y partidos de beisbol?

Hay películas tan grandes que no sabes por donde empezar en una reseña. Heat es una de ellas. Es un auténtico pepinazo, una obra maestra por muchas razones y es difícil quedarse con una sola de ellas. Por un lado, tenemos en los mandos a uno de los directores más cabrones y con más talento de los últimos años como es Michael Mann, tenemos un guión completísimo y cuidado hasta el último detalle (firmado por el mismo Mann) y por último, tenemos como pareja protagonista a nada más y nada menos que a dos de los mejores actores de su época como son Robert De Niro y Al Pacino, en un cara a cara realmente magnífico.

El resultado es Heat, un thriller que es algo más que un gato policía persiguiendo al ratón ladrón. Es una declaración de intenciones de como vivir la vida, y se ve desde el primer robo que abre majestuosamente la película hasta el último cara a cara de Al Pacino y De Niro. Todo detalle está estudiado y cada subtrama está abierta por una razón y lleva a una conclusión.

La cinta nos presenta a Neil McCauley, un ladrón meticuloso y con determinación que busca dar un último gran golpe con su banda. En el otro lado de la ley tenemos a Vincent Hanna, un hombre que vive por y para la caza de criminales y que, a pesar de que es consciente que afecta a su vida personal - es testigo como su tercer matrimonio se derrumba -, no cejará su empeño en resolver el caso.

Robert de Niro en uno de los papeles de su carrera. Que es mucho decir.
 Detrás está Val Kilmer molando con una coleta rubia.
 
La película se basa en la fuerza de sus personajes. Todos y cada uno de ellos conviven con su propia soledad, y es su reacción hacia ella lo que les hace ser como son. La esposa de Hanna le recrimina a él que ella recibe las sobras, que no está compartiendo la vida del hombre al que ama. McCauley tiene tambén un romance, a pesar de repetir de forma continúa que en el negocio criminal tienes que estar dispuesto en menos de treinta segundos de abandonar a cualquiera. Es un profesional, que tiene sus códigos y vive para lo que vive, llegando a afirmar “estoy solo, pero no me siento solo”. Como contrapunto, tenemos a Chris Shiherlis, interpretado por Val Kilmer, que ama a su mujer y se arriesga por ella. “Para mí el sol sale y se pone en ella” dictamina en más de una ocasión.

En estos personajes vemos nobleza, aunque tengan una vida poco ortodoxa y sean criminales peligrosos que no dudan en apretar el gatillo contra cualquiera. Son sus acciones las que hablan por ellos. Mann pretende decirnos que en la vida estás solo, solo tú mandas en tu vida y elijes quien eres, como demostró McCauley en esa última decisión. Michael Mann también rinde homenaje a esos códigos que tienen los hombres, sobre todo cuando vemos a varios personajes que carecen de ellos como Waingro, un asesino en serie de prostitutas que se la tiene jurada a McCauley, o Van Zant, un blanqueador de dinero negro que no duda en conspirar y traicionar.

Al Pacino mola mucho cuando se descontrola.

Todos estos personajes se mantienen por la fuerza de un gran reparto en el que todos cumplen. Incluso aparece una Natalie Portman de catorce años para dar vida de forma espléndida a la hijastra de Hanna. Val Kilmer está bien al igual que otros nombres como Jon Voight, Tom Sizemore o Diane Venora. Pero los reyes son inalcanzables.

Robert De Niro y Al Pacino. Vito y Michael Corleone. Tony Montana y Al Capone. Y la lista podría seguir. Posiblemente los dos mejores actores de su generación y que claramente marcaron época. Se vieron las caras por primera vez en esta película – en El Padrino II no compartieron ninguna escena – y no defraudó. Especialmente destacable es la escena del restaurante, donde policía y ladrón se dan cuenta de que son hombres similares aunque estén enfrentados y no dudan en mostrar su simpatía hacia el otro ni en hacerle ver que no por ello van a dudar en apretar el gatillo. Son dos grandes actuaciones, la De Niro más contenida mientras que Al Pacino es más explosivo.

Duelo de leyenda

Michael Mann ha reivindicado el contenido frente al estilo. Pero eso no quiere decir que carezca de él. Mann te mete en tensión de la nada y las escenas de acción son majestuosas. Posiblemente la escenatras el atraco al banco sea una de las mejores del cine de acción. Michael Mann une dirección y guión en una película de tres horas que asfixía al espectador y le obliga a meterse en ella cada minuto. Punto muy positivo también para la banda sonora y por como es reflejada la ciudad de Los Angeles.

Heat es una de las grandes películas de los 90, la obra culmen de Michael Mann y también contiene las grandes actuaciones (puede que una de las últimas grandes de verdad en su carrera) de Robert De Niro y Al Pacino. Una película tan recomendable y tan interesante que me parece mentira todo lo que voy a dejar fuera en esta breve crítica. Si quieren conocerlo, ya saben, busquenla. No se arrepentiran.

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¿Tengo que ver esto?: Sí.

¿Cuál es el mejor momento?: La escena del restaurante entre De Niro y Al Pacino o lo que sucede tras el atraco al banco.

¿Dónde debería ver esto?: En Los Ángeles

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Collateral es otra de las grandes obras de Mann, y comparte puntos similares, especialmente en el villano.

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