lunes, 23 de octubre de 2017

Blade Runner 2049 (2017)


Adrián: Muy buenas a todos. No estamos en una crítica cualquiera porque vamos a hablar de uno de los acontecimientos cinematográficos de los últimos años y además es uno que creo que nos marca especialmente a los dos (y bueno creo que al resto de integrantes de este blog). Primero recibimos la noticia de la secuela de Blade Runner con bastante temor y rechazo, pero la elección de Denis Villeneuve y los trailers nos han ido dando confianza. ¿No es así Jorge?

Jorge: Así es. La noticia de que mi película de ciencia ficción favorita de todos los tiempos (con permiso de Contact) tendría secuela cayó, y supongo que a mí como a muchos, como un jarro de agua helada. Saber que Ridley Scott dejaba la dirección fue una noticia que no supe cómo tomarme, pero que Denis Villeneuve, tras lo soberbio de La llegada, tomara el relevo, me inspiró cierta confianza. Los tráilers afianzaron el interés, los cortos puente (de que ya hablaremos) hicieron lo propio, y las críticas favorables me hicieron entrar al cine con muchas ganas. Respondamos, pues, a la cuestión: ¿mereció la pena? Por mi parte, un sonoro, rotundo y aliviado SÍ.


Alguien penso que sería creíble que Batista fuera derrotado por Ryan Gosling

A: Se te ve efusivo. La verdad es que coincido contigo. Algo que también hace la crítica pero parece que no el público. Pero más allá de apreciaciones, la película es una más que digna sucesora de la original y con sus aportaciones propias consigue mantener la esencia y las grandes preguntas sobre si los androides sueñan con ovejas eléctricas, con ser un niño de verdad o con Joe.

J: Quiero resumir, para que no haya dudas desde el principio, mi opinión sobre Blade Runner 2049. Por una parte, no me parece, ni tan buena como su predecesora, ni la mejor obra de Villeneuve; por otra, creo que, como dices, es una sucesora más que digna, un gran trabajo del director, y una película que ha sabido respetar el espíritu de Dick ofreciendo algo nuevo al espectador. En general, vaya, una de las mejores incursiones en sagas ochenteras en el marco de esta tendencia que estamos viviendo en los últimos años. Pero vamos con la trama. Dale duro.

A: Ryan Gosling hace de replicante que trabaja como Blade Runner y trata de desactivar a otro de los suyos. Tras ello encuentra un cadáver enterrado que nos sorprende con una revelación extraña: es una replicante que ha conseguido parir un hijo. Este descubrimiento puede acabar con la frágil paz del mundo (para entender el mundo habría que verse los cortos) y la jefa de Gosling (Robin Wright) le encarga al replicante -posteriormente bautizado como Joe- investigar el caso. Sorprendentemente, no será el único que esté interesado sobre este cuerpo.

J: La trama tiene bastante más complicación, giros e ideas retorcidas que la original, que al cabo era una historia policial sin muchas vueltas con un gran trasfondo filosófico. Y esta, en el fondo, a pesar de su mayor complejidad, viene a caer en lo mismo, pero invirtiendo las ideas para goce del espectador: si en la primera cinta teníamos el eterno debate sobre un Blade Runner (Harrison Ford) que se nos presentaba como humano, pero con cuya posible naturaleza replicante se jugaba, aquí se nos presenta a Gosling como un Blade Runner replicante que tal vez pudiera ser humano. Y hasta ahí podemos leer. También está Jared Leto haciendo del antagónico Tyrell 2, pero aparece menos que en Escuadrón Suicida, que ya es decir.


De Mentiras y Gordas a Blade Runner. Eso sí que es ascender

A:  Un personaje bastante interesante, y que ayuda a “humanizar” a Joe es el de Joi, interpretada por la hispana-cubana Ana de Armas. Es un sistema informático que ayuda y da compañía al protagonista, un poco al estilo Her. Personalmente, me parece uno de los aciertos del film y me ha sorprendido la actuación de Ana de Armas, sobre todo porque en España la tenemos asociada a cosas como ese engendro que es Hispania, Mentiras y Gordas y El Internado.

J: A decir verdad, y pareciéndome un aporte interesante de la película, con esa relación entre dos androides, también protagoniza uno de los momentos más machistas e incómodos de la película, con cierta escena de cama. Por otra parte, Ryan Gosling no me parece creíble en ninguna relación, aunque aquí su cara de inexpresividad es un plus, tratándose de un androide. Dicho eso, coincido en la buena actuación de Ana de Armas, y de la mayoría del reparto, ya que no vi flojear a nadie, ni siquiera a Jared Leto, uno de los más criticados en la cinta (le veo ni bien, ni mal, sino todo lo contrario). Sylvia Hoeks es una antagonista soberbia, pero le doy puntos extra a la breve aparición de Dave Bautista, y a los ya veteranos Harrison Ford y Robin Wright, claro, para mi gusto de lo mejorcito en actuaciones.


Duelo de miradas.

A: Siempre que veía a Harrison Ford me lo imaginaba pensando para sí mismo “otra vez haciendo esta película que odio. Joder, que quiero ser otra vez Indiana. Menos mal que la bebida no es atrezzo”. Pero sí, para mí los dos veteranos son los que mejor están en un reparto coral y que apenas tiene fallos. Pero más allá de los personajes, se ha hablado de su apartado visual, que es realmente soberbio y ambicioso. No solo capta la oscuridad de la ciudad con sus carteles de neón (aquí hay más hologramas, cosa de la evolución) sino que aquí es donde Villeneuve está más suelto y explota más su creatividad. No sé tú cómo lo ves.

J: Bueno, lo que veo es que primero voy a desmontar un mito que muchos hemos alimentado durante mucho tiempo: Harrison Ford no odiaba ni Blade Runner ni su personaje, pero ya hablaremos de esto más adelante, en la reseña sobre la original. En cuanto al apartado visual, ha sido quizás uno de los aspectos más problemáticos para algunos fans: si bien todos coincidimos en que es absolutamente soberbio, se aleja mucho de la estética cyberpunk de la primera para adentrarse en terrenos de decadencia más abandonada, de ruinas monumentales, y de una polvareda que sustituye a la lluvia. Que también está presente, pero el conjunto es más… digamos post-apocalíptico. Pero vaya, desde luego, me parece uno de los grandes aciertos de la película, el ofrecer una historia que toca temas similares, pero en una ambientación bastante diferente.

A: Yo creo que Villeneuve acierta sabiendo qué cambiar y qué respetar. Hay muchos guiños a la película clásica. También está presente ese ritmo tan lento que es una característica de la primera entrega. Debo reconocer que con su larga duración (casi tres horas) cuando salí del cine me sentía que había llegado al año 2049. Posiblemente estemos ante uno de los problemas que se ha encontrado Blade Runner 2049 en taquilla -otra vez como su predecesora- a pesar de la publicidad. ¿O ves alguna otra razón?


Del cyberpunk a los post-apocalíptico, el cambio de la estética

J: Sí es verdad que se me hizo muy excesiva en su duración: a similar lentitud en el desarrollo, la original duraba 117 minutos (según montaje), y esta 163, o por ahí. Aunque no sé si las reticencias en taquilla se deben más a esto o a la desconfianza hacia el proyecto, junto con que muchos fans no han acusado bien los cambios: una amiga a la que le mola mucho la original salió de esta echando pestes, odiando el guión, la ambientación, que viniera a hablar de lo mismo que la otra, lo del caballo (como el unicornio de la primera), y a Jared Leto. No comparto la opinión en absoluto, pero creo que lo arriesgado de la apuesta preconizaba un poco este resultado, por buena que fuera la película.

A: Pues pasemos a hablar del guión, del que se ocuparon Hampton Fancher, que estuvo en la película de 1982, y Michael Green que ha estado en series como American Gods y Smallville, o películas como Logan o Alien: Covenant [crítica pendiente, lo sabemos]. Más allá de mantener el enigma sobre el personaje de Harrison Ford y la pregunta clave sobre la naturaleza androide y demostrarnos que lo mejor que puede hacer Harrison Ford con un hijo es no verle hasta que pasen 30 años, ¿qué más podemos decir de él?

J: Que tras Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal y Star Wars Episodio VII: El despertar de la Fuerza, Blade Runner 2049 nos confirma que es un padre de mierda. Aparte de eso, recupera con fuerza su personaje, en un guión que le da a la cinta todo el trabajo de detective que él sentía que faltaba en la primera película (aunque no lo desarrolle él). El guión, como decíamos, vuelve un poco a ese mismo debate sobre la naturaleza de la humanidad y juega al despiste con muchos guiños, aunque quizás se haga también pelín farragoso, sobre todo tendiendo hacia el final. Cumple, por otra parte, como también lo hace una música inferior a la de Vangelis, en mi opinión, pero que aún así no está mal.


¿Dónde has dejado el whisky, hijo?

A: Si quieres, ya que estamos, habla del mito de que Harrison Ford no odia Blade Runner.

J: Prefiero dejarlo para la reseña de la original, cuando hablemos del proceso de producción. Pero vamos, no es un mito, es una realidad que nunca ha dicho, que yo sepa al menos, que la odie en absoluto. Solo le parece (creo) overrated y odia aspectos concretos de ella (que escapaban a su control). ¿Algo más quieres añadir?

A: Sí, ¿donde se puede uno alistar para ser Blade Runner? Tiene pinta de molar, aunque a veces parezcas de la Gestapo.

J: Tú no puedes. Aunque el alcoholismo propio de la profesión ya lo tienes. Por mi parte, como último apunte, me gustaría remitir a dos aspectos que se le han criticado mucho a la película, como son su machismo y su aparente exceso de celo con la heteronormatividad. El primero, como he comentado antes, está en alguna escena, aunque creo que otras (anuncios gigantes de mujeres convertidas en objetos sexuales, la mera existencia de Joi…) responden más a una crítica hacia el capitalismo y la mercantilización del cuerpo femenino que a una defensa de esta, pero bien podría equivocarme. En cuanto al segundo aspecto, muy polémico, me parece, y como bisexual que cada dos por tres habla de temas LGTB en el cine lo digo, una soberana gilipollez. Hay quien dice que la película es capaz de hablar de sexualidad en androides, imaginar futuros muy distintos y bla bla bla, pero es incapaz de imaginar personajes homosexuales o transexuales. Mientras se dice eso, no se comenta que desconocemos la orientación sexual de la práctica totalidad de personajes, que no hay más que una relación romántica (y dos procedentes de la película anterior, sin presencia casi), y que sacar a relucir este tema solo ha servido para que mogollón de machitos homófobos salgan a denigrar la lucha LGTB. Es que los puristas son imbéciles, de verdad, no les hagáis ni puto caso. Y poco más que decir, ya sí que sí.

A: ¿Hay algo comunista que quieras añadir? Es para hacer combo y poder poner alguna cita de Ronald Reagan para compensar.

J: Eh… No sé. Libertad para los androides, y cosas. Muerte al capitalismo de mierda que lleva a un 2049 como el de la película.

A: Quizás es culpa de los antisistema que se flipan con el Ché y provocan apagones. Menos mal que está el artículo 155 para salvarnos. O la orden 66. Pero bueno despídete y tal.

J: “La lucha armada no es el camino que hayan escogido los revolucionarios, sino es el camino que los opresores le han impuesto a los pueblos. Y los pueblos entonces tienen dos alternativas: o doblegarse, o luchar”. Dicho queda.

A: Pues yo cito a Reagan, no vaya a ser que alguien piense que soy de los tuyos: “¿Cómo distingues a un comunista? Bueno, es alguien que lee a Marx y a Lenin ¿Y cómo distingues a un anticomunista? Es alguien que entiende a Marx y a Lenin”.

J: Ahí te quedes 30 años enclaustrado en soledad, como Deckard, pero sin whiskey.

A: ERES MALVADO. CORTO COMUNICACIONES CONTIGO POR TUS AMENAZAS INTOLERABLES. ADIÓS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario