martes, 22 de noviembre de 2016

Que Dios nos perdone (2016)


Tenemos que resistir lo que nos echen. Los agentes que patrullan, los cuerpos especiales, todos. Pero por delante de todos ellos estáis vosotros. Y antes de vosotros cuatro, estoy yo. Pero no puedo solo, os necesito. Os necesito a vosotros, los de homicidios.

Volvemos a hablar, como hice en mi crítica anterior, de un thriller español. Al igual que en Tarde para la Ira, el ambiente es opresivo y violento, todo es tratado sin grandes concesiones comerciales y con un tono naturista. Incluso comparten a Antonio de la Torre como protagonista. Pero, a pesar de sus similitudes, Que Dios nos Perdone se distingue por el retrato de los protagonistas y el reflejo de la ciudad de Madrid en un momento concreto que no difiere del actual ya que apenas han pasado cinco años: el verano del 15 M y la JMJ.

Es la primera gran aventura de Rodrigo Sorogoyen apoyado por un estudio. Anteriormente había logrado filmar Stockholm, una de las sorpresas más gratas que ha dado el cine español. Ahora tiene más medios y más presupuesto para dar el paso al thriller apoyado por la guionista Isabel Peña, que también colaboró en Stockholm.


El argumento gira en torno de un asesino y violador en serie de ancianas. Con la JMJ la policía exige discreción y que no se desate el pánico en la ciudad a sus inspectores de homicidios, sobretodo a la pareja que se encarga del caso: Velarde y Alfaro.



Velarde es un hombre metódico, apocado y tímido que no para de tartamudear; todo lo contrario que su compañero Alfaro, extrovertido y violento con una importante vena macarra. Ambos irán descubriendo lo marcados por la violencia que están ambos en la caza de este asesino, al tiempo que vemos retazos de lo que sería una buddy movie con dos personajes opuestos.

Vamos a empezar por el punto más flojo de la película; su trama. La historia en si misma es tópica y se desarrolla de forma lenta y sin chispa. No busca jugar con el suspense – la propia película desvela quien es el asesino – sino lo que realmente trata de hacer es retratar la ciudad, al cuerpo de policías y a los tres protagonistas. Sin embargo en gran parte del metraje lo que vemos es a la policía dar palos de ciego, estando totalmente perdidos, esperando un fallo del asesino.

Si la trama no termina de despegar del todo, la película es compensada con las escenas más íntimas de los tres protagonistas - el asesino se incluye en este grupo – donde les vemos que están realmente solos y tienen graves problemas para relacionarse con quienes les rodn.



Las actuaciones son simplemente magníficas. Antonio de la Torre vuelve a brillar aún con un tartamudeo constante en toda la película. Roberto Álamo encarna a un personaje tan inestable como el inspector Alfaro. Javier Pereira vuelve a repetir con Sorogoyen y Peña para encarnar a un joven que ha sufrido una educación castrada que le llevará a su carrera asesina.

La dirección intenta trasladar al espectador la sensación de angustia y tensión, filmando la mayor parte del film con una cámara a mano. El otro gran punto de la película es reflejar a la ciudad, la suciedad de sus calles, la pobreza, la violencia inherente en un año con muchos problemas sociales que acabaron en manifestaciones violentas. Se trata todo de forma naturista e intimista.



El guión recibió el premio del jurado en el pasado Festival de San Sebastián. Desarrolla bien a los personajes y retratando a la ciudad, pero no me convence para nada la trama, hay ciertas cosas que no me terminan de cuadrar. Tampoco me encandila el final que le veo algo pegote tras una elipsis excesivamente larga. Los diálogos ya me gustan bastante más, dotados de un estilo costumbrista.

Quizá no es tan buena ni redonda como puede ser Tarde para la Ira. Pero aún así es un buen producto por el que el cine español puede estar satisfecho. Habrá que seguir atentos los pasos de Sorogoyen e Isabel Peña, y también esta vertiente de thrillers sórdidos españoles.

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¿Tengo que ver esto?: No es imprescindible, y hazlo sin esperarte algo comercial.

¿Cuál es el mejor momento?: La persecución en pleno centro de Madrid.

¿Dónde debería ver esto?: En las calles de Madrid con los antidisturbios de fondo.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Tarde para la Ira trata también la violencia de forma sórdida.

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