Napalm & Roll. En el año 1964, el sucesor del fallecido Kennedy, Lyndon B. Johnson, recibió plenos poderes por parte del Senado para dirigir la intervención masiva en Vietnam. La opinión pública estadounidense cada vez era más crítica con la intervención en Vietnam. Los duros bombardeos y los horrores de la guerra fueron televisados, y la sociedad norteamericana fue mucho más consciente de lo cruento del conflicto. En 1968 el número de tropas estadounidenses enviadas a Vietnam alcanzó el medio millón de efectivos, pero la consolidación de la guerrilla vietnamita era incontestable.
El 15 de octubre de 1969 en la multitudinaria manifestación pacifista conocida como Moratorium Day, movida por la cultura hippy y del rock & roll, en la que millones de personas rodearon la Casa Blanca, exigiendo el final de la intervención norteamericana. La crudeza del conflicto se mantuvo con la llegada de Nixon al poder, que no obstante comenzó una paulatina retirada del conflicto que culminó con el acuerdo de paz de 1973.
Sin embargo, esos años fueron convulsos en suelo estadounidense. Richard Nixon se vio
obligado a dimitir en 1974 tras el escándalo de las escuchas ilegales en el hotel Watergate.
El mandato que habría de terminar Nixon en el año 1976 lo completó su vicepresidente,
Gerald Ford. La sociedad americana estaba en shock, y Hollywood era consciente de ello. Muy pocas películas se atrevieron a hacerse eco del conflicto, y no sería hasta el fin de la guerra cuando surgirán filmes que cogerán el toro vietnamita por los cuernos, más allá de la propagandística y naif Boinas Verdes.