lunes, 3 de octubre de 2016

Narcos (primera y segunda temporada) (2015-2016)


Narcos está siendo la serie del momento. Tras un excelente primera temporada, la segunda ha triunfado por todo lo alto convirtiéndose en el centro de discusiones y polémicas. Además su pintoresco argot para el insulto ha invadido el habla de muchas personas para las que gonorrea no es una enfermedad sexual más.

No solo los insultos como malparío o higüeputa se ha puesto de moda, sino también la figura del que fue el séptimo hombre más rico del mundo ha vuelto a tener relevancia y tirón. Ya han pasado 20 años de la muerte de Escobar y se va tejiendo un relato de ficción sobre su persona. Ya lo hizo antes la serie colombiana El Patrón del Mal y la película Escobar: Paraíso perdido, donde el capo es protagonizado por Benicio del Toro. Pero, vayamos al meollo. ¿Es Narcos una serie que se haya ganado su fama justamente? ¿O son unos bandidos mentirosos?

La trama gira sobre Pablo Emilio Escobar Gaviria, un contrabandista que descubre el negocio de la cocaína. Esta nueva droga tiene tanta demanda en Estados Unidos que da a Escobar tanto dinero que no sabe que hacer con él. Al mismo tiempo, las drogas son el nuevo objetivo personal de la Casa Blanca con vídeo de Ronald y Nancy Reagan incluido. Por ello el agente Murphy de la DEA va a combatir al capo desde su terreno.



Murphy – interpretado por Boyd Holbrook - es el narrador que nos irá contando toda la historia. Su explicación comprende la actividad policial, los planes de Escobar y el juego político de Bogotá. No tiene reparos en usar la ironía o reflexiones personales, tampoco en poner en contexto y explicar brevemente los sucesos y organizaciones que van apareciendo. Incluyendo a la misma ETA que tiene una breve aparición.

La actividad policial de la DEA la protagoniza junto a Murphy el agente Javier Peña, al que da vida Pedro Pascal que es conocido por ser la Víbora Roja en Juego de Tronos. Es este personaje quien se muestra más activo y más carismático. Especialmente en la segunda temporada donde tantas veces se sitúa en el filo de la navaja. También podemos observar a embajadores o miembros de la CIA que también tendrán un papel en la caza de los narcos.



Los colombianos - algunos - también luchan contra Escobar destacando el presidente Gaviria, que soportó sobre sus hombros la presión de la lucha contra el cartel de Medellín, y el militar Horacio Carrillo, cuyos métodos violentos pusieron en jaque al narco. Son los dos grandes nemesis de Escobar que llega verdaderamente a temer a este último. En este enfrentamiento vemos jugadas sucias – no solo por parte de El Patrón - cara a cara fulminantes y amenazas por teléfono cargadas de odio.

Pero la estrella es Wagner Moura, que es quien interpreta a Pablo Escobar, con un resultado que sería sobresaliente sino fuese por un detalle que ensucia gran parte de su trabajo. No sabía español hasta que consiguió el papel y lo aprendió en cinco meses mientras engordaba 20 kilos para hacer su papel. Y eso se nota en un acento brasileño que puede sacar de las casillas a más de uno, aunque admito que a mí personalmente no me ha molestado.



Otro aspecto bastante criticado es su verosimilitud. Las críticas han sido orquestadas sobre todo por parte del hijo de Escobar, que va a sacar nuevo libro sobre su padre. Considero que son excesivas cuando la serie no esconde ser un producto de ficción. Antes de cada capítulo avisa que no son hechos reales y de la aparición de personajes inventados y hechos dramatizados. Incluso se hacen referencias al realismo mágico para afianzar la idea de que no son un documental que cuenta exactamente la verdad sino una serie inspirada en ese momento histórico.

La serie sobre todo es acción, aunque a medida que va avanzando la trama se va mezclando con un drama cada vez más presente, y que puede resultar tedioso en muchas ocasiones. Nombres como el director José Padilha – que fue quien apostó por Wagner Moura, al que ya dirigió en la aclamada Tropa de Élite – se encargan de la acción que siempre es efectiva. El drama suele funcionar, aunque en la segunda temporada se va volviendo demasiado protagonista con algunos momentos realmente irrelevantes sacados de una telenovela. Sobre todo en el noveno capítulo que es infumable.  Pero también hay momento dramáticos excepcionales como la última conversación de Gustavo Gaviria y Pablo Escobar.

El guión está muy bien elaborado, siendo capaz de explicar todo lo que sucedía en Colombia sin perder el ritmo y mostrándose ameno. Los diálogos tienen garra, y no solo por el curioso argot de insultos empleado. Hay que remarcar que la serie es mitad en inglés, mitad en español.



La banda sonora incluye un gran número de temas latinoaméricanos en el que destaca la canción de inicio Tuyo de Rodrigo Amarante. Todos de buen nivel y que ayuda a una gran ambientación cuyo único talón de Aquiles es que muchos actores no son colombianos ya que se incluyen brasileños o mejicanos.

Con Narcos estamos ante una de las mejores series del panorama actual. Tan exitosa que habrá tercera y cuarta temporada, ahora con el cartel de Calí como objetivo. Es entretenida y a la vez carismática. Por ello ha logrado crear un amplio números de seguidores que no paran de repetir gonorrea, malparío, patrón y, su frase más famosa, O plata o plomo
 
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Tengo que ver esto?: Si superas el acento brasileño del protagonista, sí.

¿Cuál es el mejor momento?: Hay mucho pero me voy a quedar con los últimos enfrentamientos de Carrillo y Escobar.

¿Dónde debería ver esto?: En la selva colombiana, malparío.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Aparte de las películas ya mencionadas sobe Escobar y Tropa de Elite, yo destacaría la brasileña Ciudad de Dios y Sicario de Denis Villeneuve.

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