Narcos
está siendo la serie del momento. Tras un excelente primera
temporada, la segunda ha triunfado por todo lo alto convirtiéndose
en el centro de discusiones y polémicas. Además su pintoresco argot
para el insulto ha invadido el habla de muchas personas para las que
gonorrea no es una enfermedad sexual más.
No solo los insultos como malparío o higüeputa se ha puesto de moda,
sino también la figura del que fue el séptimo hombre más rico del
mundo ha vuelto a tener relevancia y tirón. Ya han pasado 20 años
de la muerte de Escobar y se va tejiendo un relato de ficción sobre su persona.
Ya lo hizo antes la serie colombiana El Patrón del Mal y
la película Escobar: Paraíso perdido, donde el capo es
protagonizado por Benicio del Toro. Pero, vayamos al meollo. ¿Es
Narcos una serie que se haya ganado su fama justamente? ¿O son unos
bandidos mentirosos?
Murphy
– interpretado por Boyd Holbrook - es el narrador que nos irá
contando toda la historia. Su explicación comprende la actividad
policial, los planes de Escobar y el juego político de Bogotá. No
tiene reparos en usar la ironía o reflexiones personales, tampoco en
poner en contexto y explicar brevemente los sucesos y organizaciones
que van apareciendo. Incluyendo a la misma ETA que tiene una breve
aparición.
La
actividad policial de la DEA la protagoniza junto a Murphy el agente
Javier Peña, al que da vida Pedro Pascal que es conocido por ser la Víbora Roja en Juego de Tronos. Es este personaje quien se muestra más
activo y más carismático. Especialmente en la segunda temporada
donde tantas veces se sitúa en el filo de la navaja. También
podemos observar a embajadores o miembros de la CIA que también
tendrán un papel en la caza de los narcos.
Los
colombianos - algunos - también luchan contra Escobar destacando el
presidente Gaviria, que soportó sobre sus hombros la presión de la
lucha contra el cartel de Medellín, y el militar Horacio Carrillo,
cuyos métodos violentos pusieron en jaque al narco. Son los dos
grandes nemesis de Escobar que llega verdaderamente a temer a este
último. En este enfrentamiento vemos jugadas sucias – no solo por
parte de El Patrón - cara a cara fulminantes y amenazas por teléfono
cargadas de odio.
Pero
la estrella es Wagner Moura, que es quien interpreta a Pablo
Escobar, con un resultado que sería sobresaliente sino fuese por un
detalle que ensucia gran parte de su trabajo. No sabía español
hasta que consiguió el papel y lo aprendió en cinco meses mientras
engordaba 20 kilos para hacer su papel. Y eso se nota en un acento
brasileño que puede sacar de las casillas a más de uno, aunque
admito que a mí personalmente no me ha molestado.
Otro
aspecto bastante criticado es su verosimilitud. Las críticas han
sido orquestadas sobre todo por parte del hijo de Escobar, que va a
sacar nuevo libro sobre su padre. Considero que son excesivas cuando la
serie no esconde ser un producto de ficción. Antes de cada capítulo
avisa que no son hechos reales y de la aparición de personajes
inventados y hechos dramatizados. Incluso se hacen referencias al
realismo mágico para afianzar la idea de que no son un documental
que cuenta exactamente la verdad sino una serie inspirada en ese
momento histórico.
La
serie sobre todo es acción, aunque a medida que va avanzando la
trama se va mezclando con un drama cada vez más presente, y que
puede resultar tedioso en muchas ocasiones. Nombres como el director
José Padilha – que fue quien apostó por Wagner Moura, al que ya
dirigió en la aclamada Tropa de Élite – se encargan de la
acción que siempre es efectiva. El drama suele funcionar, aunque en
la segunda temporada se va volviendo demasiado protagonista con
algunos momentos realmente irrelevantes sacados de una telenovela. Sobre todo en el noveno
capítulo que es infumable. Pero también hay
momento dramáticos excepcionales como la última conversación de
Gustavo Gaviria y Pablo Escobar.
El
guión está muy bien elaborado, siendo capaz de explicar todo lo que
sucedía en Colombia sin perder el ritmo y mostrándose ameno. Los
diálogos tienen garra, y no solo por el curioso argot de insultos
empleado. Hay que remarcar que la serie es mitad en inglés, mitad en
español.
La
banda sonora incluye un gran número de temas latinoaméricanos en el
que destaca la canción de inicio Tuyo de Rodrigo Amarante.
Todos de buen nivel y que ayuda a una gran ambientación cuyo único
talón de Aquiles es que muchos actores no son colombianos ya que se
incluyen brasileños o mejicanos.
Con
Narcos estamos ante una de las mejores series del panorama actual.
Tan exitosa que habrá tercera y cuarta temporada, ahora con el
cartel de Calí como objetivo. Es entretenida y a la vez
carismática. Por ello ha logrado crear un amplio números de
seguidores que no paran de repetir gonorrea, malparío, patrón y, su
frase más famosa, O plata o plomo.
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Tengo
que ver esto?: Si superas el
acento brasileño del protagonista, sí.
¿Cuál
es el mejor momento?: Hay mucho pero me voy a quedar con los
últimos enfrentamientos de Carrillo y Escobar.
¿Dónde
debería ver esto?: En la selva
colombiana, malparío.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?:
Aparte de las películas ya mencionadas sobe Escobar y Tropa
de Elite,
yo destacaría la brasileña Ciudad
de Dios
y Sicario
de Denis Villeneuve.
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