lunes, 1 de febrero de 2016

La habitación (2015)


"-Te va a encantar.
-¿El qué?
- El mundo."


La crítica que aquí se ofrece es de la que, a mi parecer, es la mejor película de todas las nominadas (con permiso de El renacido, para la que espero ansioso) para los Oscar que se avecinan. En España no llega a la cartelera hasta finales de este mes, pero ya os adelanto que este es uno de los "must-see" más increíbles que recuerdo. La habitación es un peliculón en toda regla, que ahonda en una realidad macabra y que os sumirá en una vorágine de sentimientos encontrados.

Y no sólo por sus impactantes intérpretes, su acertada y minimalista dirección y su capacidad de ponerte el corazón a mil por hora en algún momento. Todo responde a un espectáculo perfectamente calibrado, realista y descorazonador que ofrece todo lo que el resto de nominadas no te darán. Y podéis creerme: merece mucho la pena.

El argumento (basado en la novela homónima de Emma Donoghue, que aquí también se encarga del guion) ya de por sí es, cuanto menos, una patada en los huevos. Joy vive recluida en una diminuta habitación de un lugar desconocido junto a su hijo de cinco años, Jack. La joven, secuestrada durante cinco años por un violador en potencia, ha creado una realidad lo más cercana posible a la felicidad para su pequeño, quien nunca ha visto el mundo exterior. En unas condiciones precarias, pasan los días intentando sobrevivir en su extraña y sobrecogedora realidad. Pero Jack empieza a hacerse preguntas, y su cada vez más despierta curiosidad hace a pensar a Joy que, aun al precio de poner sus vidas en peligro, ha llegado la hora de intentar escapar.


Sin hacer ningún tipo de spoiler, os adelanto que la película está dividida en dos partes muy diferenciadas y fascinantes, pero es durante la primera hora donde el film alcanza unos niveles de calidad en todo aspecto que se precie. Me es sencillamente imposible sacar un pero a La habitación durante sus primeros 50 minutos, gracias a la agobiante atmósfera, algunas situaciones realmente demenciales y un pulso maestro en la dirección. Magistral.

La segunda parte es igualmente dolorosa e introspectiva, pero de forma completamente diferente y con un resultado también excelente, pero sin llegar a la grandiosidad de la primera. El ritmo es fulgurante y muy bien llevado, el guion toca el alma y las actuaciones de los dos protas son de primerísimo nivel. Especialmente la de una soberbia Brie Larson, la gran sorpresa de este año y que, por justicia, debería llevarse el Oscar en su categoría. Eso sí, que lástima que no pueda haber categoría para los niños, porque no he visto un talento tan grande como el del joven Jacob Tremblay desde los mozos años de Haley Joel Osment. 


Ambos, con roles diferenciados pero unidos por una causa común, ofrecen diferentes perspectivas de su terrible situación. Joy, que día a día tiene que sufrir el acoso y los aspavientos del "viejo Nick", se ha agarrado a la vida gracias a su pequeño, y ambos han aprendido a vivir en reclusión. Pero Jack, con cinco años recién cumplidos, ha empezado a ver más cosas más allá de las cuatro paredes del zulo. Se pregunta si las personas que aparecen en la diminuta televisión son reales, si hay más gente en el mundo más allá de los tres... Y cada vez que su madre le da respuestas ambiguas, se enfada, protesta y tiene los berrinches que podría tener cualquier niño de su edad. Salvo que su situación no es, ni mucho menos, la más común.

Una de las claves principales de La habitación es el perfecto tratamiento de la situación por parte de Donoghue. Se respira un realismo tenso, duro y caótico, pero a la vez existe una tierna colaboración entre madre e hijo por vivir de la forma más "normal" posible. Y esa es, precisamente, la base del largometraje: el vínculo inquebrantable entre Joy y Jack, un infinito amor que sienten el uno por el otro y con el que, a pesar de todos los palos en el camino, tratarán de salir adelante. La pregunta es... ¿cómo es posible conseguirlo viviendo así?


A nivel técnico, La habitación huye de cualquier tipo de efecto especial y de una fotografía resultona, reduciendo todo a planos muy bien dispuestos y calculados, con una excelente atmósfera que, a pesar de oler a indie en ocasiones, nos ayuda a meternos aún más en este drama. La banda sonora, por otro lado, mezcla un impactante sonido ambiente con algunas melodías cálidas que ambientan muy bien cada situación, aunque sin abusar y dejando el protagonismo a los silencios.

El trabajo de los secundarios también impacta, si bien no tanto como el de Larson y Tremblay. Encontramos a algún otro conocido, como Joan Allen o William H. Macey, aportando su granito de arena a la historia. Y todas las escenas de la cinta ofrecen perspectivas y dejan un halo de reflexión y dureza patente, que no dejarán indiferente ni al espectador más frío.


Por otro lado, la trama es un auténtico torrente de emociones que, sin embargo, no cae en la ñoñería y el llanto fácil. Aquí se nos representa una historia de amor entre madre e hijo embutida en la peor situación posible y con todo lo que ello conlleva. Hay muchas decisiones, explicaciones y recuerdos que duelen y podemos ver todo un proceso de cambio y desarrollo en los protagonistas.

Por todas estas virtudes y todas las que tendréis que descubrir por vuestra cuenta el próximo 26 de febrero, La habitación demuestra dos cosas: que el cine irlandés sigue estando en lo más alto y que no hace falta el presupuesto más alto ni el reparto más conocido para crear joyas de este calibre. Una de las mejores películas que verás en mucho tiempo. 

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LO MEJOR: la primera hora debería pasar a formar parte de la historia del cine. Brie Larson y Jacob Tremblay, de matrícula de honor. La dirección, el pulso narrativo, la dureza de las situaciones y el amor entre la madre y el hijo, así como su inspirador mensaje final.

LO PEOR: la segunda parte, también soberbia, está un punto por debajo de la primera, lo que puede hacer que la experiencia no sea tan gratificante a medida que nos acercamos al final. Poquito más...


VALORACIÓN: 9/10. Drama impactante, emotivo y excelentemente bien llevado que no deja indiferente. Una lástima que no se le dé tanto bombo como a otras.

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1 comentario:

  1. Bueno, la vi ayer. Me pareció lo mejor nominada a los Oscar pero a mucha diferencia del resto. Especialmente la primera mitad que me parece una maravilla repleta de tensión, sentimientos y claustrofobia.

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