domingo, 21 de febrero de 2016

El renacido (2015)


"Cuando hay una tormenta y estás parado frente a un árbol, jurarías por sus ramas que se va a caer. Pero si ves el tronco, notarás su estabilidad"


Hará cosa de una semana que Adrián y yo vimos lo último de González Iñárritu en todo su esplendor. Y nuestras primeras impresiones fueron encontradas y, por momentos, decepcionantes. Sabíamos que había mucho material de calidad y un gran trabajo detrás del título, pero algo no nos acababa de oler del todo bien. 

Aun con todo, hoy sale a la luz esta crítica, que escribo todavía con una cierta resaca post-visionado y en la que no estoy seguro de poder sacar a la luz las muchas virtudes y defectos de una película que, si bien no deja indiferente, también pierde mucha credibilidad cuando las expectativas son muy elevadas. 



Protagonizada por Leonardo Di Caprio, El renacido nos habla de una historia de venganza en toda su magnitud, y está basada en hechos reales acaecidos allá por los tristes años del colonialismo estadounidense en Norteamérica y las infames Guerras Indias. Y el susodicho Di Caprio interpreta a Hugh Glass, un explorador que participa, junto a su hijo mestizo Hawk, en una expedición de tramperos recolectores de pieles. Glass es el guía del viaje, ya que conoce mejor que nadie las tierras de los "salvajes", y es respetado por todos y cada uno de sus compañeros. Bueno, no todos, ya que el traicionero John Fitzgerald no duda en abandonarlo a su suerte después de que el ataque de un oso deje al bueno de Di Caprio a las puertas del más allá. Pero de manera milagrosa, Glass sobrevive y, con la fuerza de voluntad como única arma, luchará por volver con los suyos y vengarse de Fitzgerald, aunque las fuerzas de la naturaleza, los navajos y muchos otros peligros no se lo pondrán nada fácil.

Como idea, lo cierto es que una historia de venganza ambientada en una época tan crucial en la historia de Estados Unidos, unida a la rica mezcla de culturas, pinta a priori la mar de bien. Y digo a priori porque el resultado final es satisfactorio, pero con unos cuantos matices. Está claro que Iñárritu ha querido dar más énfasis a unas cosas que a otras y, para bien o para mal, se nota.



Hay que tener en cuenta que nos encontramos ante una película que supera las dos horas y media, y que, para mantener la atención, llena el metraje con continuos y bellos paisajes de la América profunda. Muy bonito y tal, pero el ritmo queda lastrado de forma preocupante. No es la película más lenta que haya visto, desde luego, pero lo cierto es que, en ocasiones, algunas situaciones se resuelven de forma extremadamente tirante, las continuas tomas paisajísticas llegan a cansar y el guion tampoco ayuda.

Porque El renacido no goza, precisamente, de unos diálogos fluidos y cuidados. A veces llegan a ser farragosos, sin venir a cuento y con muy poca chicha. Di Caprio casi no habla (lo que ayuda a que su actuación sea aún más impresionante) y probablemente el personaje que mejor aprovecha sus momentos sea Fitzgerald, con un muy notable Tom Hardy. No creo que sea el mejor villano que se haya escrito y tiene algún momento ridículo, pero podemos adentrarnos bien en su rastrera y cobarde personalidad con algunas de sus intervenciones.



Luego están los secundarios, con quienes, por mucho que se intente, es difícil empatizar. El capitán de la expedición es un hombre noble, pero también toma algunas decisiones (sobre todo al final) que le hacen quedar como un perfecto inútil. Sus diálogos tampoco están muy cuidados, y no pasa de ser un personaje bastante plano. Con el hijo de Glass, Hawk, ocurre más o menos lo mismo, aunque en menor medida (gracias, sobre todo, al talento de su "padre"). Y también hay una historia secundaria con los indios como protagonistas, que ni es interesante ni acaba uniéndose satisfactoriamente con el resto de la trama. 

Pero pasamos a hablar de Di Caprio y, bueno... todo lo que hayáis leído y escuchado es totalmente cierto. No sé si es la mejor interpretación de su carrera (aún recuerdo con "cariño" su espectacular personaje en Django desencadenado), pero hay que aplaudirle muchas, pero que muchas cosas. La primera y más importante, su extraordinaria capacidad para transmitir emociones sin decir prácticamente una palabra. Porque sí, Di Caprio apenas habla, y la mayoría del tiempo lo hace en un remoto lenguaje navajo... 



Otras son las terribles y extremas situaciones que ha de vivir durante TODA la película, y puedo garantizar que le sucede de todo: desde ser atacado brutalmente por un oso a caerse por un precipicio a lomos de un caballo, sin mencionar algún que otro combate contra navajos y franceses, hacerse un Luke Skywalker en Hoth, soportar temperaturas gélidas de cojones... ¡Y todo sin poner ninguna pega!

Una lástima que su espectacular trabajo interpretativo quede lastrado por una credibilidad en entredicho a la hora de enfrentarse a sus problemas. Y es que hay demasiadas cosas en la peli que no tienen sentido alguno y que harían que Di Caprio se riese en la cara de Jim Caviziel en La pasión de Cristo. Vale que tenga que aguantar lo impensable, pero hasta cierto punto, porque la línea que separa al "renacido" de Clark Kent a veces parece muy tenue. ¿Cómo es capaz de recuperarse de sus gravísimas en heridas en tiempo récord? ¿En serio se ha caído desde esa altura y está como una rosa? No es que querramos ser muy tiquismiquis en este sentido, pero hay cosas aquí que no funcionan bien...



Por otro lado, leer los subtítulos mientras hablan en navajo acaba cansando y algunas resoluciones de conflictos son poco o nada convincentes... Las frases memorables brillan por su ausencia y algunos diálogos tampoco muestran una especial entereza, con conversaciones bastante torpes y simplonas que, eso sí, no empañan la excelente labor del reparto.

Vale, he sido bastante cruel con la peli hasta ahora, lo reconozco... ¿pero y sus virtudes? Pues son muy variadas y ayudan bastante a hacer del producto algo más o menos redondo. Di Caprio, me repito, está sencillamente sublime, algunas escenas (como la de la espectacular batalla del comienzo o el encuentro con el oso) son un auténtico espectáculo, haciéndonos partícipes de una dureza y dramatismo extremos, y la fotografía es inmejorable, de matrícula. 



Y si bien la dirección no luce en el modo de contar la historia, sí que lo hace con algunos planos impresionantes, experimentación y dinamismo típicos de Iñárritu. Y eso por no hablar de los efectos y de la espectacular banda sonora, entre otras cosas, que coronan un apartado técnico que a buen seguro peleará con Mad Max por acaparar todos los premios posibles en categorías relacionadas.

Así pues, El renacido no es la obra maestra visual y narrativa que esperábamos, pero eso no le quita su encanto. Es cierto que se hace pesada y que el guion y algunas decisiones tienen agujeros enormes, pero los fascinantes efectos y diversas escenas muy memorables sostienen el producto. 



Y eso por no hablar de Di Caprio, la auténtica razón por la que, si aún no la has visto, tienes que ser testigo de las capacidades interpretativas de uno de los mejores actores (si no el mejor) de su generación. Eso sí, si buscas una cinta que busque ir al grano y que no se recree mucho en sí misma, a lo mejor acabas un poco saturado...

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LO MEJOR: Di Caprio, todo él. Muy buen trabajo de Tom Hardy como villano, brillantes efectos y fotografía...

LO PEOR: el ritmo se hace lento en ocasiones, el guion tiene graves problemas de credibilidad en algunos puntos y los secundarios no pasan de ser unos pintamonas.


VALORACIÓN: 7,5/10. Iñárritu lo ha vuelto a conseguir a la hora de no dejar indiferente a nadie, aunque no se libra de cometer errores de consideración. Di Caprio, Hardy y un apartado técnico grandioso son las principales bazas de un título que, en el fondo, sorprende bastante poco y llega a aburrir en momentos puntuales.

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