Cuando soñábamos (2015)

Cuando soñábamos, o Als wir träumten, un drama dirigido por Andreas Dresen, fue una de las películas escogidas por German Films para formar parte del especial "RückBlick: reflejos del pasado en el cine alemán" de la pasada 17ª Edición del Festival de Cine Alemán, celebrado en Madrid.

A vista de tráiler, la película no parece defraudar, ni lo hace. Aparenta ser la típica película a la que tanto nos acostumbra la industria fílmica alemana y cuya trama se basará en las aventuras de un grupo de jóvenes alocados y aventureros que descubren la libertad más allá de la represión política o la caída del muro. En Cuando soñábamos la aventura tiene sus inconvenientes para los protagonistas, que más adelante analizaré con detalle.

Jóvenes rebeldes y un poco violentos de más, cómo no, son los protagonistas del largometraje. Rico, Dani, Paul y Mark, entre otros muchos jóvenes no tan importantes para la trama, son unos jóvenes educados en el comunismo, que pasan su juventud buscando el placer de la bebida, las drogas y, si tal, las chicas. La más importante de ellas es la guapa, la que traerá de cabeza a Dani, básicamente porque es la novia del cabecilla de los malos y que acabarán costándole más de un problema.

Cuando soñábamos fue una buena elección, a mi parecer. Una película atractiva, que no aburre y en la que te zambulles hasta las cejas cuando te sientas en la butaca. Porque al igual que Rico, Dani, Paul o Mark, todos de jóvenes hemos querido hacer locuras, no tan bestias, si me permitís la expresión, todos hemos querido tener nuestro propio local para poner nuestra música y reunir a todos los amigos al tiempo que hacemos nuestros primeros dineritos, todos hemos soñado con cruzarnos con la mirada de la chica guapa, en mi caso en chico, e ir hasta las últimas consecuencias para conseguir algo más. Los protagonistas son más consecuentes y están mucho más comprometidos con la causa, que hasta alguno muere por sus colegas (no diré quien porque nos gustaría que lo descubrierais por vosotros mismos).

En definitiva una película entretenida y que consigue embeber al espectador y hace que no se acuerde del exterior durante sus 117 minutos de duración. Ni pastelosa ni excesivamente violenta, lo que yo llamo una película equilibrada y resultona.