viernes, 27 de marzo de 2015

El secreto del libro de Kells (2009)


"He vivido muchas épocas, a través de los ojos del salmón, del ciervo y del lobo. He visto a los hombres del norte invadir Irlanda y destruirlo todo en busca de oro. He visto el sufrimiento en la oscuridad, pero también he visto florecer la belleza en los lugares más delicados. He visto el libro. El libro que transformó las tinieblas en luz."


Hace ya varias semanas que tenía pendiente la crítica de esta peli, pero por cuestiones varias (trabajos, prácticas, agobios y piruletas) llega algo tarde, pero llega. Nos dio por verla a los miembros más activos del blog (oséase: Jorge, Adrián y un servidor) en casa de Óscar, alias Panmios, redactor en el mejor blog de cómics de la red, Superman lee a Poe. Y todos coincidimos medianamente en lo mismo: esto es genial, pero no redondo.

El hecho de que a Tomm Moore lo hayan vuelto a nominar al Oscar en la categoría de Mejor Película de Animación no es de extrañar, porque el irlandés es uno de los más grandes talentos del género en la actualidad. Mientras esperamos como locos la que promete ser una de las películas del año, Song of the sea, es justo echar un vistazo al comienzo de la gran aventura de Cartoon Saloon, el particular Studio Ghibli irlandés.


Si hay algo que sorprende desde el principio la cinta que nos ocupa es, sin ninguna duda, su ambientación. La historia se retrotrae al siglo IX, en un pequeño pueblecito irlandés llamado Kells, donde tiene lugar esta leyenda popular adaptada a la gran pantalla. Allí, el abad Cellach, obsesionado con un próximo ataque de los hombres del norte (los temibles vikingos), utiliza a sus ciudadanos para construir un enorme muro que los proteja. Su sobrino, Brendan, nunca ha salido de la abadía, rodeada de un misterioso y mágico bosque, y trabaja como aprendiz en el scriptorium del monasterio. Un día llega a la abadía el monje Aidan, quien trae consigo el manuscrito inacabado del libro de Kells, huyendo de la amenaza vikinga, y comenzará a despertar la curiosidad del joven Brendan por querer conocer mejor el mundo que le rodea y los secretos de la ilustración de manuscritos . Así, en una escapada fortuita al bosque, conocerá al espíritu Aisling, sellando ambos una gran amistad. Pero los problemas de la invasión y los roces con su tío no tardarán en llegar, y Brendan deberá enfrentarse a su destino.



Para ser justos, el hecho de que la película adapte un cuento legendario de nuestros norteños y cerveceros vecinos debería agradecerse sin poner muchas pegas, salvo por la sencilla razón de que, en pantalla grande, hay algunas reglas que es mejor utilizar si no quieres que la audiencia se quede con cara de tonto. Quizás ahí resida el mayor problema (y uno de los pocos) de El secreto del libro de Kells: que su final es precipitado y poco disfrutable después de toda la atmósfera que ha preparado la trama, y muchas cosas quedan en el aire o suceden demasiado deprisa sin ningún tipo de coherencia y dejándonos una impresión poco favorable. Eso sí, para los que aún no han visto la peli (los que sí sabéis a lo que me refiero), pese a todo sigue siendo muy recomendada por dos grandes razones de peso.

La primera es su sencillez y su forma de desarrollar los acontecimientos, que si bien no es de matrícula, sí es bastante intuitiva y fácil de seguir. Es muy gratificante observar los progresos de Brendan y Aidan a la hora de redactar y encuadernar el libro (en una época en la que la imprenta no existía), además de ver crecer la relación entre el joven y la carismática Aisling, un personaje increíble al que al final no se le da la mejor despedida.



La segunda y más importante es, sin duda, su apartado técnico. Teniendo en cuenta que la película es de 2009 y Song of the sea, en principio, mejorará aún más esta faceta... se nos cae la baba, tal cual. La animación de El secreto del libro de Kells nos llega en un limpio 2D, absorbente, multicolor, detallista y con un cuidado en el uso del dibujo tradicional que quita el hipo. Sólo por ver algunas escenas merece la pena tragarse la película en su totalidad. Como un cuadro del mejor pintor trasladado a la pantalla, el trabajo de los dibujantes de Cartoon Saloon es de merecidísimo aplauso, porque las imágenes llevan al espectador a un grado de disfrute inverosímil que traspasa incluso la propia historia. Una experiencia inigualable, y que seguro se disfruta mejor en una sala de cine.

Y eso por no hablar de la no menos genial banda sonora, compuesta por el grupo de música tradicional irlandés Kíla y el compositor francés Bruno Coulais, que dota a los grandes momentos de la peli de un aura de magia, fantasía y sensaciones que harán que te creas estar paseando por los mismos bosques que se ven en el largometraje. La mitología celta e irlandesa se funden en un todo animado y musical que no deja indiferente.



Entrando en harina con los personajes, todos cumplen su función sin molestar demasiado, aunque, desde mi punto de vista, los que se llevan la palma son el abad Aiden y Aisling. El primero, por estar dotado de una valiente y comprometida personalidad, y la segunda por el aura de misterio que la envuelve, su espectacular diseño y por regalarnos algunos de los mejores momentos de la peli. Brendan y el resto de los habitantes de la abadía (monjes con un marcado acento multiétnico que no pega ni con cola, pero que resulta positivamente curioso) están bastante correctos, y si tuviese que quejarme de alguien sería precisamente de la figura del abad Cellach, caricaturizado de forma bastante cerrada y tosca, quizás demasiado estereotipada y retrógrada, aunque esto tenga su lógica explicación. Más que nada, no habría habido mucho problema si le hubiesen sacado del típico papel de "villano que no razona ni muestra afabilidad porque X".

En cuanto al doblaje en nuestro idioma, no hay ninguna objeción seria. Las voces están bien elegidas y saben captar el aire de las originales (que son mejores, evidentemente), consiguiendo que no te pierdas nada y que la disfrutes de la misma forma que en su versión autóctona.


Aparte de esto, poco o nada más puede añadirse acerca de El secreto del libro de Kells. Se nota que es la ópera prima de Moore (que además no dirige en solitario, sino que le acompaña en esta función Nora Twomey), y es por ello que ciertos detalles no están del todo pulidos. Esto no quiere decir que el título que nos ocupa no merezca su reconocimiento, ya que los 75 minutos de metraje están utilizados de forma notable y sin altibajos de ningún tipo (exceptuando el ya comentado abrupto y cortante final).

Y además, teniendo en cuenta que se trata de la adaptación casi meticulosa de una leyenda irlandesa, lo cierto es que la cinta no parece querer aspirar a cotas más altas. Aun así, la verdad es que deja un muy grato sabor de boca y, al menos a nosotros, nos ha hecho admirar la labor de este joven pero muy talentoso estudio de animación (Cartoon Saloon se fundó en 1998). Y si las críticas que nos están llegando de Song of the sea son ciertas, en mayo estaremos en la primera sala de cine que la estrene en España para disfrutar de la inventiva y el buen hacer de Tomm Moore y su equipo. De momento, con El secreto del libro de Kells no han empezado nada mal.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

LO MEJOR: la animación, un auténtico y deslumbrante prodigio. Sobresaliente música y una trama sencilla que sabe enganchar, el personaje de Aisling, la ambientación...

LO PEOR: su final, apresurado, sin ideas, sentido ni brillantez, no le hace justicia. Algunos personajes podrían estar más desarrollados y el guion, algo más pulido.


NOTA: 7,75/10. Tiene fallos evidentes, pero su encanto, calidad técnica, gran uso de la mitología irlandesa y buen hacer general la hacen muy recomendable, tanto si te gusta la animación como si no.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Tráiler en castellano

No hay comentarios:

Publicar un comentario