miércoles, 11 de febrero de 2015

Las aventuras de Lily Ojos de Gato (2014)


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Pablo: Hola, humanos. Hoy es un día triste, muy triste para el blog y para los dos idiotas que se han ofrecido a reseñar esta... cosa. No deberíamos haber visto esta puta mierda infecta en nuestra vida, pero nos va mucho el masoquismo chungo, supongo.

Adrián: Para los que digáis que exageramos, nosotros hemos visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar el mismo Jesús a un ejército de vampiros y lesbianas, la actuación de Tommy Wiseau cerca de la puerta Tannhäuser... Todos esos momentos no son más que lágrimas en la lluvia en comparación con Yonay Boix. Es hora de morir tras ver este horror.



P: Vamos a ir por partes antes de meternos en el meollo del asunto. Si nos leéis habitualmente, recordaréis cierta crítica del jefazo Jorge de una película indie que vimos un día llamada Amanecidos (¿que qué hacíamos viendo cine indie? Pinchad en el enlace...). Y se quedó muy a gusto, con razón, porque hasta el momento era, sin duda, la peor película que habíamos visto en nuestra vida: sin guion, sin historia, con una fotografía deplorable y actores que daban vergüenza ajena... carroña para indielovers sin vida y sin neuronas, vaya.

A: Y sigue siéndolo. Esto es algo mejor, eso sí. Por lo menos hay historia. Lily es una chica que trabaja en un bar, hasta que una noche se encuentra a un acosador borracho que la intenta seducir con maullidos. No es coña. Lo peor es que le hace caso y empieza a gastarse la beca de ese tío en copas hasta que acaban todos deprimidos y borrachos.

We make movie! Duuuuuuuuuuuh...

P: Y, básicamente... la peli es eso: seguir las andanzas de Lily (cuyo personaje es un dolor de muelas en cada plano) en la noche madrileña junto con varios colegas de parranda (el
de los maullidos, llegado un punto de la peli, desaparece para no volver... y gracias) cuya existencia nos importa más bien poco y que se sacaron el título de interpretación en la tómbola de tu pueblo. Pero eso no es lo peor, gente. NO LO ES.

A: Por decir algo bueno, la prota, Ana Adams no lo hace nada mal y casi consigue realizar un papel digno. Pero ante un guion estúpido y escenas ridículas (como cuando no para de destrozar la actuación en directo de un pobre músico que tiene que aguantarla borracha), poco o nada se puede hacer.

¿Qué estoy haciendo con mi vida? Primero Amanecidos y ahora esto...

P: Por decir algo malo... todo lo demás, para qué engañarnos. Como denota el estilo de Boix en sus dos únicos (y esperamos que últimos) trabajos, la historia no va a ninguna parte, las interpretaciones son cáncer y el guion, aunque esta vez ofrece una supuesta trama, es soporífero y no tiene ni idea de lo que quiere decir. En serio, ¿una megaborrachera es buena, mala, neutra...? ¿Cuál se supone que es el mensaje de todo esto? ¿Que en Madrid, por la noche, a la gente le gusta mucho actuar mal y hacer el soplapollas?

A: Desde aquí quiero hacer una petición. Por favor Yonay, te lo pido, CÓMPRATE UN JODIDO TRÍPODE O, EN SU DEFECTO, QUE TU CÁMARA NO TENGA PARKINSON. Más allá de que los planos estén alargados sin motivo ni sentido, Boix consigue atrapar tu atención a base de provocarte mareo ante los movimientos continuos de la cámara, aunque sea un puñetero plano fijo. Como lo oyen, un plano fijo que se mueve porque al que sujeta la cámara le tiembla el pulso.

P: Por supuesto, nuestro director favorito también nos regala escenas sin sentido o coherencia ninguna (uuuuuuuuh, miradme, soy indie y molo mazo), diálogos de besugo, Lily hablando en inglés a ratos because patata con una supuesta trama amarga de fondo y un final estúpido y vacío que sólo las mentes privilegiadas que escriben en blogs de cine de bajo calibre sabrán apreciar. Nosotros también podemos ser gilipollas, pero hasta cierto punto.

A: Por lo menos no le comparamos con Martin Scorsese o Tarantino. No es coña, hay gente que le compara con esos dos titanes. Quizá si nos obligasen a compararle con alguien sería con el Almodóvar más friki, más intelectualmente fallido pero con menos gracia que en Laberinto de Pasiones, que ya es decir.

Reacción lógica del espectador tras los 5 primeros minutos de visionado. Una lástima que queden 70 más.

P: Ese es un detalle a tener en cuenta. Lo cierto es que creo que somos los primeros en hablar muy mal de esta película, y con razones más que justificadas. No voy a mentar a nadie directamente como hizo Jorge en su momento, pero blogueros de cine del Interné, más vale que sepáis que cuanto más le coméis la polla a Boix, más subvenciones se lleva. Lo que implica que tendría presupuesto para rodar otro engendro. Lo que implica, a su vez, que sois escoria anal y pedante.

A: Y tras una arrebato de ira del pobre Pablo que pide como un loco un juicio en Nuremberg, nos despedimos. Solo un último consejo: HUYE Y NO MIRES ATRÁS.

P: Síp, despedimos, pero no sin antes decirle a cualquier yonaiber resentido que su ídolo en potencia debería darnos las gracias por haber visto toda su limitada y esperpéntica filmografía. No todo en esta vida son alabanzas, y menos cuando no se merecen, porque hay gente con mucho más talento que con 20.000 euros hace maravillas. Nuestra valoración es un suspenso monumental y el ardiente deseo de que a Boix le prohíban acercarse a cualquier objeto capaz de grabar algo en lo que le queda de "carrera". ¡Nos leemos!


2 comentarios:

  1. Vaya puta mierda. Y poco os habéis metido con el seductor maullador, con diferencia lo más execrable de este subproducto del indie para mí, un personaje del que no sabemos su motivación, apenas su historia y cuyo carácter es errático y absurdo. Tampoco ayuda mucho a explicarlo un sonido que por momentos hace ininteligible toda conversación. Junto con el deambulante guión que salta de una situación a otra sin explicar demasiado y produciendo situaciones estúpidas, es él quien hace grande a esta película en el podio de la mierda.

    Aunque coincido, Ana Adams tiene sus momentos y en general la película es algo más soportable que Amanecidos, que para mí sigue siendo hasta hoy lo peor que he visto. Lo cual puede ser hasta peor: Yonay Boix ya no hace ni la mayor mierda, sino mierda mediocre que pasa desapercibida entre el montón hediondo de cine cutre. Muy mal, Yonay, en la próxima hay que echar el resto.

    (Pero vaya, yo todavía tengo cierta fe en el cine español y confío en que no le den subvenciones a este señor para nunca)

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  2. Ya da entrevistas a RNE. Dentro de poco se lleva la nominación del Goya al director revelación. Quedan cosas por decir, pero ya se lleva demasiadas palabras por nuestra parte.

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