martes, 27 de enero de 2015

Capitán Harlock (2013)


“Puedes matarme, si es eso lo que quieres. Pero… ¿es eso realmente lo que quieres?”

A tenor precisamente de esta cinta que se estrenará este viernes en nuestras salas leía a alguien decir que, con la pérdida de Satoshi Kon hace unos años, la reciente retirada de Miyazaki, y el cierre de la producción de películas de Ghibli (con la consiguiente falta de nuevas obras de, por ejemplo, Takahata, que ni siquiera verá estrenada su última película en cines españoles, al parecer), la animación japonesa está necesitada de nuevos talentos que le den un impulso.

Sin duda, y aunque acudiendo al recurso del remake, es eso lo que pretende esta cinta, que intenta llevar la animación a unas dimensiones nunca antes alcanzadas. El problema es que Shinji Aramaki, como director, podría medirse (con suerte, en un buen día suyo y algo flojo de los otros) con los tres citados anteriormente; sin embargo, Harutoshi Fukui y Kiyoto Takeuchi a los mandos del guión quedan tan remotos en cuanto a calidad que resulta casi una vergüenza citarlos en la misma frase.

Pero no adelantemos acontecimientos. Capitán Harlock, para quien no lo conozca, es la nueva adaptación a la gran pantalla y en 3D de la serie homónima creada en los años 70 por Leiji Matsumoto, el a veces llamado abuelo del manga (y autor de obras como esta misma o Queen Millenia, y que desarrolló Toei Animation, la misma productora a los mandos de esta cinta.

La premisa nos sitúa en un futuro lejano. La humanidad se ha esparcido por todo el universo, y entrando en franco declive por una baja tasa de natalidad, decide abandonar las colonias exteriores y regresar a la Tierra. Se monta el pifostio padre por ver quién la habita, y la Coalición Gaia finalmente se hace el poder y la declara santuario donde nadie vivirá… mientras que, a todo esto, un piratica llamado Capitán Harlock, al mando de la nave Arcadia, se dedica a querer ser libre y odiar las ataduras.

Ya tenemos ahí el primer detalle que difiere bastante de la serie original, donde teníamos a una humanidad que vivía en la Tierra, y los piratas eran unos cuantos que buscando sueños de aventura y gloria y demás la abandonaban para seguir su camino. Una perspectiva que, si bien también está trillada, es si se me permite bastante más interesante y menos tópica en la sci-fi que la que plantea la película.

Vamos a decirlo ya de entrada: el guión de la cinta es nefasto. A esa premisa, que no es la mejor del mundo, pero puede tener su aquel, se nos unen teorías raras sobre materia oscura, razas alienígenas, un romance a tres bandas curiosamente desarrollado, y un personaje que oscila constantemente entre dos bandos. Además de mentiras por doquier.

El problema no son los elementos en sí, sino cómo están llevados. Duele decirlo, pero este es probablemente uno de los guiones peor tratados y más terribles que haya visto nunca en una cinta de animación. Hay diálogos absurdos, hay contradicciones constantes (el final es para mear y no echar gota) y, en general, hay una incapacidad absoluta y total para transmitir ninguna emoción.

Y es una pena, la verdad, por dos razones simples: la primera es que, a pesar del guión, los personajes están construidos de manera magnífica, apoyándose en el bagaje de la serie y, como ocurre siempre con Miyazaki, son personajes con dobleces, con motivaciones, y enfrentados no a modo de “bien vs. mal”, sino a modo de dos visiones de ver el mundo. Únicamente la Coalición es algo más estereotípico y, dicho sea, un tanto risible, precisamente por ello.

La segunda razón es más simple todavía: Capitán Harlock tiene uno de los mejores apartados técnicos en toda la historia del cine de animación. Así, sin más. Pocas veces en mi vida me he encontrado con una cinta que fuera tal derroche de arte, belleza y buen hacer en este apartado, que apabulla al espectador en cada plano. Únicamente puedo recordar como superior (o, mejor dicho, como más de mi gusto) la animación de El viento se levanta, pero dado que aquella era animación tradicional y esto es animación en 3D (muy reminiscente de Final Fantasy, dicho sea, a cuya película de Spirits Within recuerdan muchas cosas aquí), por lo que son casos distintos.

Es, quizás por ello, que el desaprovechamiento del guión es tan flagrante. Una cinta que goza de buenos personajes, de un muy buen hacer en las escenas de acción (a pesar de que por momentos la espectacularidad es excesiva, y roza el ridículo), una banda sonora sobresaliente, y una animación que se sale de todas las escalas, finalmente queda en un envoltorio vacío. Un precioso papel que no guarda caramelo alguno.

Y eso, joder, duele.

Allez-y, mes ami!

Buenos días, y buena suerte.

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¿Tengo que ver esto?: si no te importa que la historia sea algo nefasto… deberías. Verdaderamente tiene una de las mejores animaciones que haya visto jamás, y merece mucho la pena verla en cine… si, repito, no tienes en cuenta la historia que narra.

¿Cuál es el mejor momento?: los combates son espectaculares, y la primera vez que vemos en acción al Capitán Harlock es una delicia.

¿Dónde debería ver esto?: en Arcadia. Qué preciosidad de nave, joleches.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: por supuesto, está la fantástica serie de animación homónima de los ’70. La película también me recordaba en más de una ocasión a la saga de Star Wars, a Final Fantasy: the Spirits Within o incluso (y si la veis entenderéis el porqué) a Wall-E. Y como matiz, que no recomendación (o sí, si alguien quiere) en el apartado de videojuegos la estética de los personajes, vestuarios y armas oscilaba entre los de Final Fantasy, Gears of War y Bioshock, a ratos.

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