¿Es qué aquí nadie quiere echar un polvo?
En Yo me bebo tu batido sabemos apreciar la mierda. No siempre vemos grandes obras del séptimo arte, sino abortos que duele, y divierte, ver como agonizan intentando alcanzar la categoría de película. Como le pasa a esta tesis de final de carrera de un
grupo de estudiantes de la prestigiosa Escuela superior de cine y audiovisuales
de Cataluña (ESCAC), de donde han surgido directores como Juan
Antonio Bayona. Recalco lo de grupo porque la película tiene 12
directores, 12 DIRECTORES. Así es imposible hacer una película coherente.
El
argumento es simple y muy poco original, de hecho la podrían denunciar varias películas de plagio. Es un slasher en el que un
grupo de jóvenes, no ya españoles sino catalanes con ese acento que
tanto le gusta a Jorge, que se pierden y deciden hospedarse durante
la noche en un albergue abandonado. Allí se dedican a follar y a
hacer un botellón. Muy típico de esta juvnetud. Sin embargo, ese lugar, sorpresa, se cerró tras varias
muertes sin resolver como la de un pobre chico, que sospecho que se llama Jason,
que fue encerrado en las calderas tras una inocentada. Creo que no
hace falta decir que esta panda de canis, frikis y putas, no tienen otro calificativo, empiezan a morir.