“—Que Dios me ayude, ¡os amo!
—Que nos ayude a ambos, yo también os amo”
Tiene
algo esta película que me hizo sentir la necesidad acuciante e imperiosa de
reseñarla. No sé qué. Tal vez el hecho de que me reía mucho viéndola, aún
sabiendo que no debería (pues se trata de un dramón romántico-histórico que no
veas), al tiempo que me daba mucha penica todo lo que ocurría. Sentimientos muy
encontrados.
El
caso es que según iban apareciendo los créditos iniciales, y sin saber de qué
iba (intuía que sobre el adulterio, por el título, pero no tenía ni idea de qué
historia narraba, o en qué época nos encontrábamos, o nada), le dije a mi
hermana: “es una peli de Roland Joffé. Habrá temas religiosos, crisis de fe, y
pobres indios sufriendo, fijo”. Y, efectivamente, no me equivocaba.