"Una bruja sin gato negro no es una bruja de verdad"
Hace apenas unos días que se estrenó en España El viento se levanta, la última obra del ya inmortal Hayao Miyazaki. Y si bien Spartan George y yo aún no hemos ido a verla (nos reservamos a esta semana para degustarla y decidir quién hace la crítica), yo por mi parte he querido detenerme en uno de los trabajos menos conocidos aquí en España de su extenso y magistral catálogo.
Tan solo un año después de estrenar su maravillosa Mi vecino Totoro, Miyazaki giró su temática hacia una historia de madurez, el miedo a echar a volar, la amistad, la fantasía y el gusto por las buenas personas, algo esto último que la protagonista de Nicky, la aprendiz de bruja encarna a la perfección. Y al igual que ocurre con la mágica cinta protagonizada por las hermanas Satsuki y Mei, la historia de Nicky no es lo mejor que ha parido el dibujante nipón en cuanto a película, pero en sí no deja de ser una pequeña gran obra maestra.