miércoles, 15 de agosto de 2012

En el punto de mira (2008)


Sabéis que no me gusta ser demasiado… digamos “cruel” con las críticas que hago, y que intento centrarme en películas que me gustan. También es cierto que últimamente me he puesto más duro, y las notas que pongo en mis críticas suelen ser más bajas, pero no por ello tengo la intención de denigrar las obras que veo. De hecho, hasta hoy todavía no había suspendido a nadie. Hasta hoy.

Veamos por dónde empezar… En el punto de mira (no confundir con la película homónima de Wesley Snipes) parece ser, a priori, la típica historia de asesinato y conspiración de un dignatario importante (en este caso, como no, el presidente de EE.UU.) eternamente explotada. En este caso, sin embargo, el film cuenta con un reparto interesante (Matthew Fox, más conocido como Jack en Perdidos; Dennis Quaid; Sigourney Weaver; Forest Whitaker…) y con una técnica narrativa que, bien utilizada, habría resultado todo un éxito: el hecho que se cuenta en la película, el asesinato del presidente en la Plaza Mayor de Salamanca, dura tan solo 10 minutos, siendo el resto de la película la misma acción contada desde diferentes puntos de vista. Si bien no es una técnica novedosa, pues ya se ha hecho muchas veces (la gente compara la película con el Rashomon de Kurosawa, cosa que me niego a hacer por respeto al japonés), siempre surte un efecto interesante.

Y sin embargo, Pete Travis, como director, no sabe explotar ni mínimamente ese recurso. Con los diferentes puntos de vista pretende ir dando poco a poco una visión un poco más amplia de lo que ha ocurrido, si bien hasta el último personaje no puedes llegar al meollo de la historia. El guión, por otra parte, es simple y predecible, y la mitad de los planos de la película están reutilizados una y otra vez; por ejemplo, varias escenas en las que el guardaespaldas del presidente (Quaid) y un turista americano (Whitaker) salen juntos, están copiadas tal cual, sin molestarse en utilizar otro ángulo de cámara ni montar las escenas de diferente manera. Eso hace que el resultado final sea repetitivo hasta la saciedad, aun cuando la película tan solo dura una hora y media.

La banda sonora, por otra parte, es inexistente (y cuando se hace presente no mejora mucho la cosa), y la fotografía bastante mediocre (no es por meter cizaña, pero en estos aspectos se nota que es coproducción española). Los actores están, cuando menos, deslucidos (la única que se defiende es Sigourney Weaver, y aparece durante diez minutos; el resto del reparto está muy flojo) y la inclusión de Eduardo Noriega es un auténtico atentado contra la ya de por sí poca calidad de film, pues el español (que como sabrá Álvaro y otros conocidos me gustó bastante en Blackthorn, donde no lo hace mal) está horrible, con una actuación forzadísima (amén de que no se le entiende nada cuando habla).

Por otra parte, la ambientación es una auténtica broma. Aunque se presupone que la película se desarrolla en Salamanca, no se rodó en la ciudad, y eso se hace notar. Los presuntos ciudadanos salamantinos son todos latinoamericanos (cosa que se les nota tanto de rostro como por sus acentos), lo que además crea un efecto muy curioso, pues los supuestos españoles hablan con acento, mientras que los americanos tienen un perfecto español (al estar ellos doblados y el resto de gente mantener la voz original). Constantemente nos encontramos ante incongruencias y cosas que llaman la atención: coches de policía, de bomberos, y ambulancias que claramente no son españolas, ni europeas si quiera (aquí el número de emergencias es el “112”, o en todo caso el antiguo “911”, no el “11” que aparece en las ambulancias); calles con señales de tráfico o bordillos extraños; banderas españolas atadas al mástil por el lado que no es (el escudo queda a la derecha en la película, cuando debería ser al revés)… Todos esos errores, de los que imagino que el público de otros países (americano, sobre todo) no se dará cuenta, lo único que consiguen es distraer de la historia y cargarse el poco interés que pudiera quedarle a la obra.

No creo que tenga que decir mucho más. La película aúna lo peor del cine español (cutrez técnica) con lo peor del cine americano (guión predecible y simplón, y sobre todo, una gran inexactitud en la ambientación), a lo que hay que añadir una dirección muy poco acertada y unas actuaciones bastante pobres (viniendo de quien vienen, pues hasta Noriega me parece un actor decente, si se le dirige bien).

Probablemente la peor película que he visto en lo que va de año. Ahora mismo no puedo recordar una tan mala como ésta (que haya visto recientemente).

Allez-y, mes ami!

Buenos días, y buena suerte.

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LO MEJOR: la técnica de flashbacks y diferentes puntos de vista está bien, pero bastante mal explotada.

LO PEOR: la gran cantidad de errores de ambientación, el guión y la actuación de Noriega. Lo siento por él, pero es así.

NOTA: 3/10. Falla en guión, actores, ambientación y dirección. Siendo un poco benevolentes, quizás rozaría el 3,5, a pesar de todo. Siendo más estrictos, dudo que llegara al 2.
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En el punto de mira - Tráiler (cuidado, que puede destripar detalles del argumento)

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