lunes, 23 de abril de 2012

La carretera (2009)



No suele ser de mi agrado hacer la crítica de obras que no me gustan. Prefiero fijarme siempre en los aspectos positivos de cada obra, y por eso la mayoría de mis críticas tienen una nota de 8, como mínimo. Sin embargo (y así ya sirve de precedente, para que no os penséis que me gusta todo el arte que consumo), hoy voy a traeros una crítica de una película que no me gustó: primero, porque es una película que todo el mundo aclama de forma unánime; y segundo, porque era una cinta a la que tenía muchísimas ganas, y que me decepcionó profundamente.

Por otra parte, que sepáis que tanto el análisis de hoy como los que haga últimamente serán bastante breves (en la medida de lo posible), porque tengo mil críticas pendientes desde semana santa y poco tiempo para hacerlas. Puede que, de hecho, haya más de una o más de dos críticas dobles.

Centrándonos ya en La carretera, nos encontramos ante una película estrenada en 2009, dirigida por John Hillcoat (que no me suena de nada… Mis fuentes informan que dirigió en 2005 algo titulado The Proposition, con Guy Pearce. Y poco más) y basada en una novela de Cormac McCarthy (el que ganara el Pulitzer por No es país para viejos). Valga decir que estoy seguro de que la novela es considerablemente mejor que la película, porque aunque me enteré luego de que estaba basada en el libro, mientras la veía pensaba “esto habría funcionado mejor como novela que como película”.

Pero ¿qué encontramos en La carretera? Una obra de ambientación post-apocalíptica, con América devastada por… algo, que la ha dejado sumida en el caos más completo y en la que un hombre (el inmortal Viggo Mortensen) y su hijo (Kodi Smit-McPhee, el chiquillo que hizo la versión americana de Déjame entrar) luchan por sobrevivir ante la falta de comida, cobijo y los saqueadores que saltean los caminos devorando carne humana. A priori, parece una historia interesantísima. Y ciertamente lo es. El problema está en cómo se cuenta.

De entrada, en la película no se te cuenta cómo se ha llegado a esa situación post-apocalíptica, lo cual me parece un error, porque distrae la atención, te hace estar todo el tiempo preguntándote qué habrá ocurrido. “Un día vimos un fogonazo en el cielo y…” y ya. Porque no se cuenta nada más. De la historia anterior a ese cataclismo solo sabes lo que aparece en los flashbacks de Mortensen (que por cierto, esta elegantísimo con bigote), y que son uno de los mayores aciertos de la película, pero ni siquiera eso te ayuda a profundizar en los personajes. Que, a pesar de no tener mucho desarrollo, están magníficamente interpretados (los secundarios, sobre todo, como Robert Duvall o Guy Pearce; pero también los propios Mortensen y McPhee).

La trama, que básicamente es la misma que muchas películas post-apocalípticas, por mucho que algunos me lo nieguen (especialmente cuando la comparo con El libro de Eli, estrenada al año siguiente, y para mi gusto considerablemente mejor, a pesar de que todos los críticos del mundo opinen lo contrario; pero también cuando la comparo con Waterworld o con una gran mayoría de películas de zombies y similares), se diferencia de éstas en algo fundamental y es que aquí no hay ningún objetivo claro por parte de los protagonistas, no buscan salvaguardar algo ni llegar a una tierra prometida; su única intención es sobrevivir a toda costa (en ese sentido sí que podría ser muy similar, quizás a Mad Max 2, aunque aquí Mel Gibson también termina mostrando su compromiso con una causa). Eso convierte al film en una simple crónica del día a día de los protagonistas, de su lucha por esquivar a los grupos de caníbales que les acechan, y de su incesante búsqueda de comida. Podría funcionar, pero la dirección convierte a la historia en algo lento y pesado que no termina de desarrollarte del todo, y que logra crear una sensación no ya de opresión ominosa y angustia, sino de puro aburrimiento.

La ambientación, eso sí (banda sonora incluida) está maravillosamente conseguida, y es uno de los puntos fuertes de la película. Los personajes, aunque como ya digo no tienen mucho desarrollo, sí están bien caracterizados cada uno en su “estereotipo”: Viggo Mortensen está increíble (te dan ganas de matarlo más de una vez) cada instante que hace triunfar su egoísmo y su preocupación por su hijo por encima de la humanidad y la empatía hacia otros supervivientes.

Además el final, con la aparición de Guy Pearce, es sencillamente genial. De lo poco que salva a la película, la verdad. Solo diré que es muy, muy deprimente, a la par que esperado.

En general, como digo, me decepcionó muchísimo. Tiene aspectos maravillosos, pero el resultado general es aburrido y machacón.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

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LO MEJOR: la ambientación, el personaje de Mortensen y el fantástico final. También el hecho de que, no sé por qué, la película me recordaba constantemente al libro Anochecer, de Isaac Asimov, que es una auténtica obra de arte y que ahora tengo ganas de releer.

LO PEOR: es aburrida hasta la saciedad. Si Ciudadano Kane me pareció un coñazo, es que con esta me dormía.

VALORACIÓN: 6,5/10. Se salva por los aspectos que ya he mencionado. Aun así, mal sabor de boca me deja. Me quedo mil veces con El libro de Eli.

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Trailer - The Road (en inglés)

2 comentarios:

  1. Esta no la he visto, pero "El libro de Eli" me pareció un truño contundente. Asi que, Gary Oldman, dos de dos.

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  2. Eso te iba a decir, le tienes martirizado al pobre xD. ¿Tienes algo en contra de él cuando hace de Sirius Black también? xD

    Pero "El libro de Eli"... La verdad es que me gustó el rollo, aunque era muy mejorable. Especialmente la interpretación de Washington me gustó bastante, de lo mejor suyo que he visto. Aunque entiendo tu punto de vista tampoco es un peliculón.

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