lunes, 19 de enero de 2015

The Zero Theorem (2013)


QUIXOTE: Buenas noches, criaturas. Hemos decidido, quizá, volver a hacer críticas conjuntas. Debe de hacer meses que no escribo nada, y George está retirado o algo, pero sigue escribiendo este tipo de cosas. Así que como él está preparando una lista de pelis de 2014, y a mí me apetecía, nos hemos puesto a ver la última de Terry Gilliam, que tantas alegrías nos ha dado. ¿Qué te ha parecido, así, en general?

JORGE: Pues lo primero que me ha parecido es una excusa perfecta para retrasar un poco más mi lista de 2014 metiendo esta crítica entre medias. Y lo segundo, es que la veo como la culminación de esa vertiente mística-esotérica-raradecojones-novaisaentendernada tan del gusto de Gilliam. Con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. No sé si más bueno o malo, la verdad.

QUIXOTE: Erm. Vamos a hablar un poco de qué va todo esto. Qohen o algo es un tipo que se dedica a hacer numeritos para una empresa, pero el prefiere trabajar desde casa porque espera una llamada que le va a cambiar la vida. Y, bueno, pasan otras cosas. Es un tipo muy antisocial, que vive en una especie de templo gótico en una sociedad dominada por los medios y las corporaciones. Vamos, es como todas las otras películas de Gilliam.

JORGE: El templo en cuestión es, de hecho, una catedral. Y a Qohen, que es Christoph Waltz, le hace mucha gracia que los monjes hicieran voto de silencio y se les quemara la cosa, o algo, porque es un poco psicópata. Pero es normal, porque básicamente trabaja para el Gran Hermano, al que hay referencias por doquier, calculando cosas super alienantes, y eso. Y creo que en torno a eso y al sentido del universo, gira la peli. Pero como no es 42, no entiendo nada yo.

QUIXOTE: El caso es que Qohen tiene la oportunidad de cambiar su vida monacal cuando conoce a lo que es básicamente una actriz porno llamada Bainsley que, por algún motivo, decide que Qohen (recordemos, un retraído calvo y enclaustrado), es lo suficientemente atractivo para practicar sexo virtual con él. Pero claro, Qohen tiene una tarea importante: demostrar el teorema del cero, que viene a decir que la realidad y la vida carecen de sentido. Como la peli, un poco.

JORGE: La verdad es que siendo ese el punto central, que la vida carece de sentido, la película es algo así como una metáfora perfecta. Y aunque mientras lo veía me tocaba un poco las narices, casi que tiendo a pensar que es una baza fuerte. El futuro que plantea Gilliam es bastante descorazonador y deshumanizado, y creo que unido al hecho de que no te enteres de lo que está sucediendo, porque no se explica lo que ocurre, si es que ocurre algo, lo refuerza bastante. Y es, que, por ejemplo, ¿qué demonios hace Qohen con esa especie de Minecraft que se supone es su trabajo y metiendo los datos en ampollas de líquido de colorines? Why, Lisa, why?

QUIXOTE: Oh, sí, se me olvidaba lo del Minecraft. El caso es que yo discrepo: la crítica de la sociedad deshumanizada de Gilliam es tan poco sutil que me hace poner los ojos en blanco. Claro está, que la sutileza no es precisamente su fuerte. Su fuerte es, obviamente, el gran detalle de los mundos que crea, y en eso es en lo que claramente sobresale esta película. En lo demás, valga la redundancia, un cero. Salvo en la actuación de Waltz, supongo.

JORGE: La baza que juega al crear ese mundo es la de apabullar al espectador, básicamente, y ahogarle con referencias (a Orwell a lo bestia, sobre todo), con lo que sí, la sutileza brilla por su ausencia. Y la verdad es que no me parece un mal camino, teniendo en cuenta que en 12 monos, por ejemplo, el que había tomado era el camino de la crítica más sutil. En cuanto a la interpretación de Waltz, sigo pensando que sería merecedora no de Oscar, pero sí de nominación, si no fuera por los dos que tan recientemente le ha dado Tarantino. De hecho, me ha gustado más aquí que en Django desencadenado. Y el resto del reparto no lo hacen mal, el problema es que sus personajes son todos propios de un pabellón psiquiátrico, y al final eso cansa.

QUIXOTE: La actuación de Waltz es demasiado premiable. “Never go full retard”, que diría Robert Downey Jr. Hay personajes más o menos normales, como Bob... Que tampoco es muy normal que digamos, pero por lo menos no hace nada demasiado raro. Ah, y también sale Matt Damon haciendo del clon del padre de Laura Palmer. En cualquier caso, no puedo aprobar una película que tiene un “big lipped alligator moment” del tamaño de una catedral como en la que vive Qohen. El rap de Tilda Swinton.

JORGE: Bob mola, pero es el típico niño prodigio hijo del mesías, y eso no mola. Y la verdad es que el rap en cuestión me da muchísimas ganas de suspender a la cinta, casi tanto como las imitaciones exageradas de 2001, pero como por algún motivo he disfrutado de tanta exageración nihilista descontrolada, y como Carlos Boyero me cae mal y quiero llevarle la contraria, mi mano no romana aprobará a esto por hoy. Dudo que cayera en un Top 20 del año (quién sabe), pero interesante es un rato.

QUIXOTE: Es entretenidilla, no sé si interesante. En el fondo, no me sabría bien aprobarla sabiendo de lo que es capaz Terry Gilliam, así que no lo voy a hacer. Me sigue pareciendo demasiado obvia en lo importante y demasiado absurda en los detalles. Y acaba con Christoph Waltz apagando el Sol. A pastar ya, hombre.

JORGE: Yo la aprobaré porque es una visión ligeramente diferente de lo mismo que hace Gilliam siempre, y porque Waltz me ha encandilado. Pero sí aprovecharé para confirmar que el final es horrible, que hay demasiadas cosas sin sentido y que, en general, es prácticamente lo peor que he visto de Gilliam, y recomendaría varias cintas suyas antes que esta. Vaya, que la apruebo por cariño y porque efectivamente es entretenida, no más.

QUIXOTE: Pues vergonzoso. En fin, pues supongo que eso es todo. Estamos de acuerdo en algunas cosas, discrepamos en otras, y le damos valoraciones distintas. Un pulgar arriba, un pulgar abajo: valoración final, un rotundo “pues vale”.

JORGE: Ni más, ni menos. Le pasa prácticamente lo mismo que a la anterior de Gilliam, El imaginario del Doctor Parnassus, solo que aquella estaba mucho más cuidada y el resultado era algo mejor. Esperemos que remonte un poco la trayectoria pronto, y tal. ¿Lo dejamos ya, entonces?

QUIXOTE: Supongo que sí. Hasta luego, corazones.



JORGE: Vesis de franvuesa für alles.

1 comentario:

  1. Yo vi la película hace ya tiempo y todavía no sá como valorarla. Me gusto pero hay tantas cosas sin sentidos. Yo la aprobaría sin necesidad que haya cariño de por medio, pero en mi top no está.

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