sábado, 27 de julio de 2013

Django Desencadenado (2012)



“¿A quiéh coño llamas bola nieve, mozo cuadra?”

(Dado que una crítica de esta película sería por completo subjetiva e inútil, y no alcanzaría ni a asomarse a la maestría de la cinta, hemos decidido plagiar a los redactores de JotDown cuando hablaban de Prometheus y dejar nuestra crítica en manos de la conversación que habría tenido lugar si Quentin y Tarantino hubieran discutido sobre esta película antes de hacerla. Porque soy un vago y porque quiero).

T: ¡Eh, Quentin!

Q: ¡Coño! ¿Y este loco a caballo quién cojones es?

T: Cálmate, Quentin. Soy tú en el futuro. O sea, tú eres yo en el pasado. Antes de hacer la película, vamos.

Q: Que eres… ¿quién?

T: Que soy Tarantino, coño. Que he venido a visitarte desde un futuro donde ya se ha estrenado Django Desencadenado. Y vengo a echarte una mano con el guión.

Q: ¿Pero eso no es una contradicción espacio-temporal? Para que vengas a ayudarme a hacer la película antes tengo que haber hecho la película y…

T: A ver, tío, en Regreso al futuro Marty viajaba al pasado y ayudaba a Doc a construir la máquina, ¿no? ¿Crees que yo voy a ser menos que Robert Zemeckis?

Q: No, cierto. Valemos mucho más que ese ñoño… En fin, ¿en qué quieres ayudarme?

T: ¿Tienes ya el guión escrito?

Q: Pues la verdad es que estaba pensando en hacer un remake del Django de Franco Nero… Pero con Will Smith protagonizándolo y metiendo explosiones al azar.

T: Olvídate de Will Smith, no le interesa el papel. Le mola, pero dice que no va con él. Coge a Jamie Foxx, lo hará de puta madre.

Q: ¿Tú crees? ¿Va a estar a la altura del resto del reparto?

T: No, pero eso da igual, ya sabes cómo van estas cosas. Jamie Foxx lo hará muy bien, pero el Oscar se lo darán a Christoph Waltz por hacer de Christoph Waltz.

Q: ¿Ah, sí? Y yo que apostaba por el personaje de DiCaprio…

T: Tú y todos. El cabrón hasta se cortó en una escena de la película y siguió rodando como si nada. Pero nada, ni le nominaron al pobre. Y tampoco a Samuel L. Jackson, que se come la puta película.

Q: ¿Ese negrazo impertinente?

T: El mismo. Has conseguido que haga uno de los papeles de su vida. Mejor que en Jackie Brown. Mejor que Jules en Pulp Fiction. Está inmenso.

Q: Pues nada, le trataré bien. Ahora que lo dices, quizás debería alargar toda la trama de Candyland…

T: Hay gente que me ha dicho que sí. Pero el entrenamiento de Django es importante… Y tampoco podemos hacer una peli muy larga. Tú sigue con el guión que tienes en mente, que quedará bien. En Malditos Bastardos funcionó muy bien lo de dejar toda la acción para el final… Aquí podemos hacer algo parecido, pero con una media hora más intensa al principio.

Q: Lo que tú digas. ¿A quién más consigo?

T: A Don Johnson, y nos echamos unas risas. Y a Franco Nero. Quiero que haga un cameo preguntándole a Django cómo se llama.

Q: Eh, muy bueno. Podemos usarlo en el tráiler…

T: Exacto. Pero no metas en el tráiler muchas cosas que demuestren el rollo que va a tener esto. Queremos sorprender.

Q: ¿Sorprender? Soy Quentin, tío, todo el mundo sabe por dónde van los tiros. Ja, ja… Los tiros…

T: No, esto tiene que ser diferente. Esta peli tiene que ser tu coronación. Tienes que intentar llegar al nivel de Pulp Fiction.

Q: Joder, lo veo complicado… ¿Cómo coño lo hago?

T: Pasa de todo. No hagas NADA que tenga que ver con el cine convencional. Usa tipografías gigantes que tapen toda la imagen para indicar las localizaciones. O mete rap en las escenas, por ejemplo.

Q: ¿Pero esto no era un western? O un southern, o como demonios queramos llamarlo.

T: Sí, pero da igual. La música tiene que estar en la peli sin ton ni son. Ya verás cómo se cabrea Morricone cuando lo vea…

Q: Ah, ¿quieres que la música me la haga Morricone?

T: Sí. Pero aprovecha y que haga algo cojonudo, porque luego te dirá que no quiere volver a trabajar contigo en su vida. Y no me extraña.

Q: Qué pena… Oye, ¿y lo hago tan exagerado como siempre?

T: Córtate un poco en las escenas más bestias. La lucha de mandingos y los perros desgarrando al fugitivo no deberían ser muy explícitas, que acojonas al personal. Pero eso sí, los asesinatos y los disparos que sean bestiales.

Q: Tenía pensado hacer yo mismo un cameo al final, y que me revienten con dinamita.

T: Ese será el colofón final. Va a ser épico, te lo juro.

Q: Genial entonces. ¿Dejamos a alguien vivo?

T: A pocos… Dos o tres, no más. Al público le dará igual, porque no van a llegar a conectar con los personajes.

Q: ¿Cómo, ni con los buenos tampoco?

T: No sé en qué estabas pensando en este momento, pero aquí no hay personajes buenos. Ni Django, ni Schultz, ni leches. Por una parte tenemos a una pandilla de cabrones esclavistas, y por la otra, a unos tíos que buscan venganza y les da igual todo, incluso sacrificar o maltratar a gente inocente con tal de conseguir lo que buscan.

Q: Joder, qué bestias. ¿Metemos una moraleja anti-esclavista entonces?

T: Bueno, un poco, pero no te pases. Lo importante no es eso, sino el hecho de que Django y Broomhilda son antepasados de Shaft.

Q: ¿En serio?

T: Sí, la llamamos Broomhilda von Shaft y listo. Total, la gente ni se va a enterar siquiera, y les va a importar bien poco, igual que todas las incorrecciones históricas que haya.

Q: Pues nada, ya me pondré al lío. De momento he alquilado un cine para ponerle al equipo pelis de samuráis, y así se inspiran.

T: Bueno, pero nada de katanas esta vez. Ánimo, tío, que va a ser cojonudo. Yo me vuelvo ya. Pero antes… ¿Puedes darle un recado al tonto del sombrero de mi parte?

Q: Claro, ¿qué quieres que le diga?

T: ¡Haz tus cosas, Robert Rodríguez! Hale, ya está. Me largo. Suerte con la peli, Quentin.

Q: ¡Nos vemos en otro desvarío, Tarantino!

(Valoración y nota del crítico: 10/10. La película es una puñetera maravilla y una muestra, una vez más, de la capacidad de Tarantino para reinventarse. Cierto es que hay pasajes o escenas que habría preferido organizadas de otra forma, y que me gustaría reducir la parte del entrenamiento para darle más bombo a Candyland, pero sigue siendo una película que roza la perfección por lo única que es, y sobre la que me resulta completamente imposible hacer una valoración objetiva… Claro que no se merece el 10, como dudo que lo merezca ninguna película, pero es mi opinión particular sobre ella. Altísimamente recomendada).

5 comentarios:

  1. Eres un genio. Tarantino es un genio. O Quentin. Las paradojas espacio-temporales alteran mi percepción.

    Lo único es que faltan algunos "fuck" aleatorios distribuidos por la conversación. y para mi gusto no está a la altura de Jules. Está de putísima madre, pero Jules... es Jules.

    (Django y Broomhilda antepasados de Shaft. Dios, no sé cómo no lo vi venir)

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  2. El mérito es de ellos dos y de H. G. Wells, o algo de eso. Ciertamente, faltan fucks, la conversación está ligeramente censurada. Como las escenas bestias de Django, más o menos.

    Y en cuanto a Jules... Reconozco que sí, es probablemente mejor papel que este. Pero es que aquí Samuel L. Jackson me encandiló por completo.

    Y lo de Shaft es totalmente verídico.

    Gracias por pasarte, como siempre.

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  3. Lo que dice Óscar... eres un maldito y condenado genio. ¡Lo que me he reído yo sólo con el diálogo que te has sacado de la manga! He visto la peli este finde y me ha parecido una de las mejores películas no sólo de Tarantino, sino del último año. Waltz está sublime, Di Caprio está sublime, Jackson está sublime, Foxx está sublime... La banda sonora es sencillamente gloriosa, la acción y los diálogos son rápidos y no dan un segundo de respiro. Es Tarantino, pero mejorado en todos los aspectos. Una maldita obra maestra. Las casi tres horas de peli se me pasaron volando. Y lo mejor de todo: Tarantino me está haciendo recapacitar sobre si esta peli está a la altura de las grandes (Reservoir Dogs y Pulp Fiction). Lo voy a decir sin contarme: SÍ. Y además, nuestro demente particular consigue algo que a lo mejor no le era tan fácil en sus otras cintas: atraer a todo tipo de público. Porque si bien es cierto que la obra cinematográfica de Tarantino es sobresaliente, sus películas, sin ser malas, pueden llegar a no gustar a todo el mundo (por los largos diálogos y la acción repentina y salvaje). Aquí el hombre hace una mezcla brillante que no deja indiferente a nadie, y sabe aunar magistralmente acción, diálogos (sencillamente brillantes, Tarantino desencadenado) y bizarrismo en (ojo cuidao) 160 MINUTOS DE PELÍCULA. Lo dicho, el 10 para ella y el 10 para tu reseña, Obli :)

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  4. Suscribo palabra por palabra todo lo que has dicho. Salvo tus excesivas alabanzas a mi crítica, que no suscribo pero agradezco horrores, caribú :)

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  5. Que ahora que lo releo... No hice el chiste de "¿Qué me Quentin, Tarantino?". Me he decepcionado a mí mismo.

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